Los comienzos
Peter Kütemann fundó Dietsmann en los Países Bajos en 1977. Comenzó siendo una empresa de asistencia técnica al servicio de las compañías dedicadas al petróleo y el gas, que operaban en el sector holandés del Mar del Norte. Por aquel entonces, esas empresas empleaban personal técnico a tiempo completo para los servicios de operación y mantenimiento. Solo en casos excepcionales se subcontrataba algún trabajo altamente especializado.
Las compañías petrolíferas reconocen el valor de la subcontratación externa
Las compañías petrolíferas se dieron cuenta gradualmente de que la subcontratación les daría una mayor flexibilidad y les permitiría operar de forma más rentable. Se externalizó un número creciente de funciones, que no se consideraban críticas para la empresa. Peter Kütemann fue el primero en crear una proposición viable para subcontratar el mantenimiento sin perder control sobre los activos propios.
Década de 1980 – rápido crecimiento internacional
Dietsmann creció rápidamente y abrió su primera oficina internacional en Aberdeen a principios de 1982.
Ese mismo año, se fundó Dietsmann France S.A., para centrarse en los mercados francófonos.
En 1987 se adquirió Sudmarine, en Marsella. Esta empresa tenía un importante negocio de mantenimiento mecánico y una capacidad bien establecida de suministro de repuestos franceses.
En 1989, Dietsmann adquirió Setram, una empresa del suroeste de Francia con amplias capacidades en los campos de la electricidad y la instrumentación, y con una base de contratos bien establecida en la industria petrolífera francesa. Las sucursales de Setram en Gabón y la República del Congo reforzaron la presencia de Dietsmann en África. Se fusionaron las capacidades mecánicas, eléctricas y de instrumentación en dichos países para crear la primera empresa mundial multidisciplinar de servicios de mantenimiento en ese sector. Este nuevo concepto demostró sus ventajas cuando Dietsmann consiguió el primer contrato de operación y mantenimiento integrado para la empresa Elf.
Década de 1990 – Introducción del concepto de servicios integrados de operación y mantenimiento
Tras ese éxito, Dietsmann formalizó su concepto de servicios integrados de operación y mantenimiento (IOM), que supuso otra innovación en la contratación del mantenimiento. Su formato de contrato con “objetivos compartidos” permitía a los clientes de Dietsmann abandonar virtualmente todas las operaciones cotidianas de mantenimiento a la vez que conservaban el control del rendimiento de sus activos.
En 1996 se adquirió Comerint, del grupo italiano ENI. Aportaba una gama nueva, pero complementaria, de productos, mercados y clientes. Comerint era la principal empresa de servicios de operación de Snamprogetti y estaba firmemente establecida en la escena industrial italiana. Centrada en servicios para la industria refinera y petroquímica y en servicios especializados en el campo de la formación y la transferencia de tecnología, la asistencia técnica y los sistemas de operación y gestión, Comerint reforzó la empresa con nuevos establecimientos regionales en Nigeria, Libia y Arabia Saudí.
Dietsmann hoy
La concentración constante de Dietsmann en sus actividades principales y en la calidad de sus servicios la han convertido en la mayor empresa independiente especializada en servicios de operación y mantenimiento y en ingeniería de mantenimiento e inspección para plantas de producción continua en las industrias del petróleo y el gas, la producción convencional y nuclear de energía y la minería.
En agosto de 2017, Dietsmann adquirió el 97,5% de las acciones de Energoremont Holding en Bulgaria. Con Energoremont, Dietsmann no solo asumió el control de la mayor empresa de mantenimiento de Bulgaria, sino que también obtuvo acceso a los sectores de producción convencional y nuclear de energía y minería de la Península Balcánica y del Este de Europa.
Dietsmann ve un enorme potencial de expansión en Bulgaria y los países balcánicos y se centrará en el posterior desarrollo de las actividades principales de DietsmannEnergoremont: el mantenimiento, la optimización y la modificación de la producción de electricidad, instalaciones de refinería y minería, incluidas la introducción y aplicación de nuevas tecnologías de formación, supervisión e inspección. En noviembre de 2017, el nombre de la empresa se cambió por DietsmannEnergoremont.
Dietsmann está bien posicionada para mantener su posición líder gracias a su incomparable base de clientes satisfechos, su experiencia y conocimientos técnicos y el empleo óptimo de recursos locales. Esta combinación garantiza la prestación de los mejores servicios de operación y mantenimiento para las plantas de producción de energía y, al mismo tiempo, la creación de buenas relaciones de trabajo y el desarrollo local.
Dietsmann no solo sirve a muchas empresas energéticas nacionales e internacionales en todo el mundo, también opera y mantiene plantas de producción de petróleo y gas, de producción convencional y nuclear de energía y minería. Las centrales eléctricas que mantiene Dietsmann tienen una capacidad combinada instalada de más de 15 gigavatios de generadores de electricidad propulsados por gas y por turbinas de vapor.
Dietsmann emplea actualmente a más de 6.000 personas y tiene presencia local en más países de Europa, África, Asia y América del Sur que cualquiera de sus competidores.
Dietsmann es una empresa independiente, de capital privado, y no tiene previsto cambiar. Dietsmann no está asociada con ningún fabricante o empresa de ingeniería de construcción y, al contrario que otros proveedores de servicios de mantenimiento “independientes” no usa sus servicios como avanzadilla para fabricar y vender repuestos o actualizaciones. En 2017, los ingresos totales de Dietsmann ascendieron a 310 millones de euros (2016: 325 millones de euros).
Dietsmann siempre ha puesto en primer lugar a sus clientes y sus objetivos, y siempre lo hará, pero nunca comprometerá la seguridad de las personas y el medio ambiente o la calidad de sus servicios. Dietsmann siempre ha funcionado y siempre funcionará de forma que refleje su cultura corporativa, una cultura que incluye los valores éticos de integridad, respeto, lealtad, eficacia y transparencia.